Hemos pasado este finde en esta casita, que tiene además de mucha magia y encanto, a una guardiana muy especial, Belén.
Hemos sentido estar en casa, y a la vez poder disfrutar de este pueblo tan bonito, con rincones muy especiales y un rio con unas pozas que son la gloria bendita.
Ya estamos ahorrando para volver, es sano estar ahí y desde luego no hay duda de donde vamos a alojarnos.... en tu casita, Belen.

Muchas gracias por ser asi y hacernos sentir libres.

Arantza, Maria y Alma.