Estuvimos solo una noche de paso en Diciembre, nevando el pueblo es una maravilla y la casa es preciosa, con todas las comodidades, ambiente estupendo, como si estuvieras en tu propia casa.. de eso se encarga Belén, que es un encanto y te da todo tipo de facilidades , llevábamos un perro y no dudó en acogernos con todo su agrado y amabilidad., Gracias Belén, sin duda volveremos !!