Hemos pasado un finde muy agradable.
Da gusto ir a casa de Belen, la dueña, y tener la sensacion de ir a casa de una buena amiga. Eso si, con toda tu independecia.
La zona da para hacer un monton de cosas y tiene hasta una poza calentita "exclusiva" a 4 pasos de la casa.
Una delicia de estancia de lo mas natural.
Seguro que repetimos